Carta redactada el 22.09.1944 por el Generalleutnant Edgar Feuchtinger, comandante de la 21. Panzer-Division, dirigida al Major i.G. Buchterkirch, oficial en el Estado Mayor del General der Panzertruppen West. Feuchtinger se sincera con Buchterkirch: lamenta el estado de sus tropas, expone sus pesimistas expectativas para el futuro de la División y solicita la intervención del Inspector General de las Tropas Acorazadas Oeste.

Nota:
Tras haber sido destruida y disuelta en dos ocasiones (Túnez en Mayo de 1943 y Falaise en Agosto de 1944) en Septiembre de 1944 se iniciaría el tercer y ultimo proceso de formación de la 21. Panzer-Division: antes de que este proceso pudiera finalizarse y en contra de las ordenes del Inspector General de las Tropas Acorazadas Oeste, la incompleta y pesimamente equipada división sería lanzada al combate. A raíz de este hecho, y sin que esto tuviera consecuencias directas para la 21. Panzer-Division, el 30.09.44 el OB West mediante un escrito a los Grupos y Cuerpos del Ejercito a él subordinados prohibiría la intromisión de estos en los procesos de refresco de las divisiones acorazadas ordenadas por el Inspector General de las Tropas Acorazadas.

Puesto de Mando de la División, 22.09.1944

21. Panzer-Division
Comandante







Estimado señor Buchterkirch !


El Hauptmann von Gottberg, comandante del I./Pz.Rgt.22 de mi División, me ha comunicado a través de un informe los puntos discutidos con usted durante una visita celebrada no hace mucho. Si todo se hubiera realizado como usted imaginaba y yo tambien había previsto originariamente hubieramos podido sin lugar a dudas volver a disponer a medio plazo de una aceptable división.

Pero la realidad es otra y en lugar de ello el Comandante General, siguiendo ordenes de instancias superiores, me ha reprochado e incluso amenazado con sanciones por mantener a una parte demasiado grande de la División en la zona de refresco en Molsheim, ordenándome trasladar como refuerzo a 2000 hombres desde esta zona al grupo de combate en un plazo de 48 horas. No he podido hacer otra cosa que volver a reincorporar en la División a todos estos hombres.

La situación actual es la siguiente: Toda mi División vuelve a encontrarse involucrada en operaciones. Un grupo de combate lleva operando sin pausa desde el 06.06.1944, el resto ha podido disfrutar de alguna pausa. He modificado la estructura de los dos regimientos de infantería motorizada (125. y 192.) en dos batallones con 3 compañías por batallón. Las unicas armas pesadas de las que disponemos son ametralladoras. No dispongo de cañones anticarro, ni de cañones pesados de infantería ni tampoco de lanzagranadas. De los cañones anticarro (8,8 cm) de los que disponiamos originariamente unicamente se encuentra operativo uno; en ningún momento pudimos operar con ellos de una forma normal pues debido a su escaso número estos han tenido que emplearse siempre de forma individual y además el 8,8 cm Pak no es apto para ser empleado de forma móvil. La infantería motorizada dispone de tan pocos vehículos que dentro de un regimiento unicamente la compañía de abastecimiento puede ser totalmente equipada con ellos mientras que en el otro regimiento de infantería motorizada todas sus partes unicamente pueden moverse a pie y no disponen nisiquiera de cocinas de campaña. La situación dentro del batallón de ingenieros es algo más favorable, aún y así tras los ultimos 14 días de operaciones la mayoría de los vehículos disponibles se han consumido. El regimiento de artillería acorazada ha sido provisionalmente estructurado en 9 baterías, dos de ellas vuelven a encontrarse en combate y apenas disponen de equipos de radiocomunicación. La gran mayoría de los remolcadores han tenido que ser sustituidos por camiones. Una batería del batallón de artillería antiaérea se encuentra en combate, el resto del batallón, exceptuando sus especialistas, es empleado como infantería sin armamento pesado. El batallón de comunicaciones está formado unicamente por una compañía de comunicaciones. Los servícios de abastecimiento han aumentado hasta las 180 toneladas y operan sin pausa pues la a mi División subordinada Pz.Brig. 112 tambien tiene que ser abastecida.

De este modo a corto y medio plazo la División no puede ser evidentemente considerada como una división acorazada. Soy de la opinión - y esto lo expreso unicamente a nivél personal - que la única medida razonable para las divisiones acorazadas es la de retirarlas totalmente del frente y permitirles gozar durante unas semanas de un profundo periódo de refresco; de este modo el mando podría volver a disponer de divisiones acorazadas. Todo tipo de medidas alternativas, como ha sucedido con mi División, conducen a la nada. Toda nueva asignación, al tratarse de asignaciones individuales, supone una gota de agua sobre una piedra ardiente que se evapora de forma inmediata. Lo sucedido con esta División es una verdadera pena pues, como puede extraerse de mi informe del 13.09. así como de la en él propuesta reestructuración, su estado entonces todavía hubiera permitido convertirla en un relativamente corto periódo de tiempo en una aceptable división.

Debido a que he recibido estrictas ordenes de informar al Korps sobre todo lo que negocie con el Inspector General de las Tropas Acorazadas Oeste le solicito que evalúe esta carta con un carácter meramente personal. El Jefe de mi Estado Mayor ha recibido ordenes de acatar ordenes del Inspector General de las Tropas Acorazadas Oeste pero a no ejecutarlas sin antes haber consultado al Korps y la Armee. Usted es sin lugar a dudas consciente de lo que supone cuando dos instancias con intereses muy diferentes asumen el mando de una división: la Armee como es natural no quiere prescindir de ningún hombre y los quiere a todos combatiendo, mientras que usted trata de ejecutar las ordenes de refresco dictadas por el Inspector General, algo que, como muestra el ejemplo de mi División, no va a ser posible llevar a cabo.

En nuestro sector el enemigo se ha reforzado de tal modo que debe contarse en un muy corto plazo de tiempo con una gran ofensiva. Frente a nosotros tenemos a grandes partes de la 2. división acorazada francesa y de la 6. división acorazada y la 79. división de infantería americanas. Al no disponer de armamento anticarro, exceptuando los restos de la Pz.Brig. 112 (véase el informe anexo), es por desgracia previsible cual será nuestra situación personal y material en unos pocos días. Hemos de reconocer la cruda realidad: para enfrentarnos a las masas acorazadas enemigas lo único de lo que disponemos es de fusiles y ametralladoras, pudiendo unicamente esperar un cierto alivio por parte de la artillería; debido a que el enemigo tambien en esta categoría nos es diez veces superior y que ademas no disponemos de medios para combatir su artillería, el resultado final es más que evidente. Bajo estas circunstancias puedo incluso ahorrarme indicaciones referentes a la por todos suficientemente conocida superioridad aérea del enemigo.


Desconozco si usted puede ayudar a mi División, sería en cualquier caso una excelente noticia si pudiera volver a resucitar a la 21. Panzer-Division. Usted siempre ha mostrado gran comprensión y buena voluntad con mi División. Por estos motivos me dirijo a usted mediante esta personal y muy sincera carta.


El Hauptmann von Gottberg le informará personalmente sobre todo aquello que sea de su interés.








Heil Hitler !

Firmado: Feuchtinger